Con el corazón conmovido, la comunidad Juan XXIII se unió en oración por el descanso eterno del Papa Francisco, quien con su humildad, cercanía y profundo amor por los más necesitados, dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia y también en esta institución educativa franciscana.

El Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio), nacido en Buenos Aires en 1936, ingresó a la Compañía de Jesús en 1958 y fue ordenado sacerdote en 1969. En 1998 fue nombrado arzobispo de Buenos Aires y cardenal en 2001. Y tras la renuncia de Benedicto XVI, en 2013 fue elegido Papa, convirtiéndose en el primer pontífice jesuita y latinoamericano. Su pontificado se caracterizó por una defensa apasionada de la justicia social, el cuidado de la creación y una Iglesia más inclusiva y sinodal. Con sus palabras «Recen por mí» y «Hagan lío» se ganó el cariño del mundo entero y a lo largo de los años, nuestro colegio ha mantenido una relación cercana con el Santo Padre, especialmente a través del compromiso de Monseñor Pachi. 

En ese sentido, y tras la partida del Papa Francisco el pasado 21 de abril, el profesor Segundo Delgado, recuerda las dos Jornadas Mundiales de la Juventud en la que tanto docentes como alumnos del colegio pudieron encontrarse con el Papa: «Participar en encuentros como la Jornada Mundial de la Juventud ha sido una forma de experimentar la universalidad de la Iglesia. El Papa Francisco nos mostró una Iglesia abierta, fraterna, que abraza incluso a quienes piensan distinto», comentó.

Juventud en camino: experiencias en Lisboa 2023

Uno de los momentos más memorables fue la participación de una delegación del colegio en la JMJ Lisboa 2023, donde 12 estudiantes, acompañados por docentes, vivieron una experiencia transformadora junto a más de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo.

La exalumna Ximena Sánchez recordó con especial cariño la vigilia con el Papa para la Revista J23 de aquel año: «Nunca había experimentado esa afinidad, rezando hasta tarde con personas de otros países, todos bajo una sola causa: compartir con el Papa y tener nuestro encuentro con Jesús». Por su parte, para Valeria Carbajal fue la visita al Santuario de Fátima la que marcó su peregrinación: «Sentí paz y tranquilidad al ver a todos disfrutar de su fe».

El testimonio de Keyla Aquino resumió la emoción colectiva al ver al Papa Francisco de cerca: «Fue un shock, una emoción muy grande que no había sentido con ninguna otra persona». Mientras tanto, Camila Soto y Fabiana Loli resaltaron el valor del encuentro comunitario y cultural: «Conocimos gente con la misma creencia y nos integramos cada vez más», dijo Camila; «ver tanta gente unida me conmocionó», agregó Fabiana.

Un camino que continúa

Para el profesor Segundo, más allá de las experiencias individuales, el objetivo del colegio ha sido siempre claro: fomentar el amor a Jesús, a la Iglesia y, por ende, al Papa. «El Papa Francisco nos pedía simplemente que recemos por él. Que entendamos que todos somos parte de esta Iglesia, incluso los que piensan diferente. Eso es lo que queremos seguir enseñando a nuestros estudiantes».

Nuestro colegio se despide con gratitud del Papa Francisco, recordando su legado como un llamado a vivir la fe con alegría, apertura y compromiso. Al mismo tiempo, nos preparamos con esperanza para recibir al próximo Papa, a quien una delegación de 27 personas, entre alumnos y docentes, tendrá la oportunidad de conocer en julio de este año durante el Jubileo.