Las procesiones tienen un origen bastante antiguo. Ya los judíos hacían procesiones en Pascua y los primeros cristianos se reunían en ellas para acompañar los cuerpos de los mártires.
Así pues, las procesiones cristianas representan un profundo homenaje y reconocimiento público a Jesucristo, a la Virgen María o a los santos que se portan en las andas. Además del reconocimiento, las procesiones también incluyen un motivo penitencial, en el que los participantes pueden mostrar el arrepentimiento por sus pecados y faltas públicamente.
Nuestra Iglesia Católica tiene como tradición especial, dedicar todo el mes de mayo a expresar su profundo amor a nuestra Buena Madre: la Virgen María. Nosotros, como comunidad educativa, nos unimos a nuestra Iglesia en esta hermosa tradición. En esta oportunidad, nuestra directora Miss Jennifer Paján y Monseñor Adriano Tomasi, coronaron nuestra imagen de la Virgen de Fátima y le pusieron el rosario entre sus manos. De esta manera, nuestro Colegio Peruano Chino Juan XXIII se pone en las manos de la virgen María y la reconoce como Madre y Reina. Sigamos con devoción profundizando el amor a la Virgen con nuestras oraciones y acciones.