Desde el análisis de la arquitectura geométrica del Congreso hasta un almuerzo con alimentos nativos en la milenaria ciudadela de Pachacamac. Las salidas de campo en nuestra institución ofrecen una experiencia interdisciplinaria que intenta sembrar en cada alumno un aprendizaje que perdure más allá de su vida escolar y académica.
Luego de un periodo de casi dos años atrapados en casa para evitar contagios por la pandemia del COVID-19, regresar a las aulas y, sobre todo, pensar en la posibilidad de realizar salidas de estudio al exterior del colegio parecía una utopía; especialmente para promociones que, todavía, no conocían ni siquiera personalmente las instalaciones de la institución. Así lo recuerda la Miss Teresa Ontaneda, jefa del área de Ciencias Sociales, e impulsora del ciclo de visitas de estudio en nuestro colegio.
Bajo el nombre “Apreciando la historia desde sus escenarios”, este proyecto de salidas escolares pretende que los estudiantes disfruten de un aprendizaje vivencial, en el cual sean ellos los protagonistas de las historias. «Antes de la pandemia ya salíamos, pero no todos los grados. ¿Cuál es la novedad de este año? Aparte de que todos los grados puedan tener la experiencia, le hemos puesto el acercamiento a los escenarios históricos, estar en el sitio donde ocurrió la noticia», relata con emoción Miss Teresa.
Para este año, hasta siete áreas, incluyendo Matemática y Chino, se han integrado al proyecto. Analizando las figuras geométricas de las instalaciones del Congreso o aprendiendo los años y acontecimientos históricos de las culturas preincaicas en chino, cada salida pretende involucrar a más de un solo curso. «Es todo un caminar para que el chico pueda integrar esta experiencia con esa visión interdisciplinaria. Queremos que sea protagonista de lo que está haciendo», explica.
Creando su propio traje incaico en el Museo de Arte de Lima, experimentando un almuerzo con productos nativos peruanos en la ciudadela milenaria de Pachacamac, o alimentando a los animales en Villa Laudato, ellos son los personajes principales de cada historia. La experiencia, además, no culmina con la visita: «Después de haber ido a Pachacamac, en Comunicación están haciendo un caligrama; en Sociales, una línea del tiempo; entonces, el aprendizaje no sale, sino que entra», remarca Miss Teresa.
La meta, a mediano plazo, es que el proyecto no sea únicamente de Ciencias Sociales, sino que sea una propuesta de grado para que la experiencia sea cada vez más completa. «Estamos encantados, es bastante trabajo, pero vale la pena. Yo suelo estar en la puerta cuando regresan y el chico vuelve contento y los maestros también; se siente enriquecedor y los otros grados te dicen: “¿Y nosotros cuándo?”. Entonces, hay esa expectativa que nos motiva a seguir», finaliza con una sonrisa de oreja a oreja.
