生活J23
Vida J23

ENTRADAS

Así fue nuestro encuentro con el científico Marino Morikawa

El reconocido científico peruano brindó un conversatorio con nuestros estudiantes de 5° de Primaria y 1° de Secundaria. 

Durante la mañana del martes 13 de junio, alumnos de quinto de primaria y primero de secundaria se reunieron en el auditorio de Juan XXIII para recibir una visita especial. Se trató del reconocido científico ambientalista Marino Morikawa, quien brindó una interesante charla con el objetivo de concientizar sobre los efectos de la contaminación ambiental y explicar cómo se pueden recuperar lagos y humedales haciendo uso de la nanotecnología. 

Esta charla se llevó a cabo dentro del marco del reto número 4 del libro Tydoo, el cual brinda oportunidades para resolver problemas reales desde la tecnología, y que se trabaja de manera integrada entre las áreas de EPT, Informática, Comunicación y Matemática. Posteriormente, nuestros alumnos podrán elaborar un videojuego que pueda mostrar el impacto de la vida ambiental.

Culminado el conversatorio, pudimos conversar con el científico peruano y esto fue lo que nos dijo:

¿Cuál es el mensaje que se buscó comunicar en este conversatorio?

Que los chicos sepan que todo hábitat natural se puede recuperar, y que a pesar de las imágenes feas que puedan ver, se puede recuperar. Si yo he podido, ¡ustedes podrían hacerlo aún mejor! 

Durante los primeros meses de pandemia, en el mundo se comprobó cómo la naturaleza se regeneraba ante nuestra ausencia. ¿Qué reflexión te dejó ese panorama? 

Que no era justo que el hábitat natural se recupere sin la presencia del humano. Mi reflexión fue que si reducimos al menos un cincuenta o sesenta por ciento de los contaminantes, la naturaleza podrá continuar con su ciclo de autorrecuperación; pero para llegar a eso necesitamos conciencia, reflexión, y dar el primer paso. Hay muchas formas de aportar a que nuestra naturaleza se pueda autorecuperar. 

En esta charla los chicos pudieron ver imágenes impactantes de la contaminación que ocasiona el ser humano, ¿fue así que empezó tu impulso para salvar espacios naturales?

Así es. Yo también viví imágenes impactantes, que no me causaron susto pero sí preocupación. Recuerdo que en un viaje con mi padre, íbamos camino a la sierra y pasamos por una zona que parecía un botadero ilegal. Mi padre me dijo: “¿tú sabes que toda esa basura se puede convertir en energía?”. Eso fue hace más de 35 años, pero el concepto se me quedó tatuado. En ese tiempo aquí existía la Ingeniería Ambiental pero solo en el marco teórico, y yo necesitaba soluciones; así que postulé a becas y una fue para estudiar en Japón, donde pude aprender las soluciones a esa serie de imágenes que se me acumularon y que sentí que tenía que recuperarlas. 

¿Cuál fue la experiencia que te marcó en tu carrera?

Definitivamente mi primera experiencia en Chancay. Desde un lado, me enorgullezco de ser la primera persona en aplicar la nanotecnología para recuperar un hábitat natural a nivel mundial. En ese primer proyecto aprendí que con el sistema de la nanotecnología, en diversas mediciones se puede reducir la carga de contaminación, además de aprender sobre la problemática social y política en este campo.

¿Por qué es importante enviar este mensaje a chicos de estas edades?

No solo es a ellos. Hemos brindado charlas a niños de Inicial, Primaria, Secundaria, universidades, empresas privadas, hasta al estado. Pero esta etapa particular de los niños es muy importante, porque es la etapa de aprendizaje, y lo uno aprende no se olvida. Estoy seguro que cuando crezcan, así recuerden el dos por ciento de lo que se habló ese día, ese porcentaje es más que suficiente para crear una conciencia de cambio en beneficio del medio ambiente. 

SW (11 de 12)
SW (1 de 12)
SW (2 de 12)
SW (4 de 12)
SW (7 de 12)
SW (3 de 12)
SW (6 de 12)
SW (5 de 12)
SW (10 de 12)
SW (9 de 12)
SW (8 de 12)
SW (12 de 12)
previous arrow
next arrow

Sabías que…

En el 2019, Marino Morikawa desarrolló el proyecto del Reto 15, con el cual se propuso limpiar dos kilómetros cuadrados del lago Titicaca en quince días.