Con cada vez más aficionados al deporte, el bádminton se ha convertido en la nueva disciplina favorita de los estudiantes en Juan XXIII. Conoce en qué consisten las clases y cuáles son sus beneficios.
El bádminton se posiciona en nuestro Summer Skills. En su segundo año como parte de los talleres de verano, y gracias a la memorable final en las Olimpiadas 2024, el deporte de origen asiático presenta un incremento de estudiantes interesados en aprender su práctica y destreza. Descubre cómo vivimos las clases de bádminton en Juan XXIII y cuáles son los beneficios en el desarrollo de los participantes.
Apasionante y retador
En el primer nivel del edificio de tenis de mesa, se ubica una cancha y red muy similares a las utilizadas en el tenis; sin embargo, estos materiales marcan el escenario para un deporte distinto, apasionante y retador. A un lado, la profesora Valeria Tancun espera a los alumnos que comenzarán una nueva hora de clases, motivados y dispuestos a aprender desde cero o entrenar para mejorar su técnica. Esta es la clase de bádminton.
Originario de la India, esta disciplina alcanzó su expansión de manera progresiva cuando los colonos ingleses lo llevaron a Inglaterra alrededor de 1873. Ya en el país europeo, se formaron los primeros clubes y empezó a practicarse en todo el mundo. En cuanto a su dinámica, la profesora nos comenta que «es similar al tenis», con la diferencia que en lugar de darle a una pelota, se juega con «una plumilla hecha con plumas de ganso». «El objetivo es mantenerla en el aire y que no toque el piso», detalla Valeria.
«Jugamos con una raqueta y tenemos modalidades individuales, dobles y dobles mixtos», agrega la profesora. Además, comenta que en el Summer Skills los estudiantes aprenden desde cero a cómo manejarse en este deporte, sin intermediar algún conocimiento previo, y los profesores tienen una amplia disposición para acompañarlos en el proceso.
«A veces los chicos tienen miedo o vergüenza porque consideran que sus compañeros son ‘pro’ en el deporte, pero aquí se enseña desde cero, la parte formativa y siempre vamos a recordarles que tenemos que avanzar y de dónde hemos comenzado. Se les apoya e inculca desde sus inicios, que es parte de un proceso. Suelen ser grupos de diez u once y el colegio brinda los materiales necesarios», señala Valeria.
Impacto de las Olimpiadas
Este año, motivados por la final de bádminton vivida en las Olimpiadas 2024, muchos estudiantes se inscribieron en las clases de verano para aprender este deporte. Antes de dicho encuentro deportivo, el bádminton solo se había jugado en el salón de tenis de mesa con un número reducido de asistentes; sin embargo, el año pasado por fin se jugó en el coliseo, ganando mayor visibilidad e impacto entre los alumnos.
Según comenta la profesora Valeria, la cantidad de inscripciones incrementó «sobre todo en los estudiantes de 9 a 11 años, aunque los mayores no se quedaron atrás. Me sorprende porque tienen habilidades. Los chicos vienen, entrenan y me piden un ratito más para practicar. Se nota que el colegio puede sacar un buen equipo de bádminton para representarnos a nivel nacional. Hay muchísimo talento», añade.
En nuestro colegio, el bádminton ingresó oficialmente al programa olímpico en 2023. Aunque, este ya se practicaba desde un año antes, gracias a la iniciativa del profesor Magno Cisneros, docente de Educación Física de la sección Special, quién, observando el interés de los estudiantes inmigrantes chinos por deportes no tradicionales en el Perú, donó los primeros dos pares de raquetas, plumilla y red, y organizó campeonatos durante los recreos.
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Aporte significativo a mente y salud
El bádminton hoy se ha convertido en un deporte insignia de la dimensión bicultural de nuestro colegio, ofreciendo beneficios en la salud y desarrollo de los niños. «Con el bádminton trabajamos mucho la agilidad mental, la coordinación del tren inferior, y la coordinación óculo-manual. También mejora el sistema cardio y fomenta las habilidades sociales en los niños», detalla la profesora Valeria.