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Bádminton: un nuevo lazo de amistad en Juan XXIII  

¿Cómo fue que el deporte de las plumas más rápidas llegó a nuestro colegio y se instaló como una nueva disciplina en nuestras Olimpiadas?

Desde que ingresó a nuestro colegio, el profesor Magno Cisneros tuvo en claro una meta: trabajar para que los estudiantes inmigrantes de China se sientan reconocidos e integrados a la Gran Familia Juan XXIII. Fue así que, al convertirse en docente de Educación Física de la sección Special, aula integrada por nuestros estudiantes inmigrantes chinos, notó que había un interés latente en los alumnos por deportes no tradicionales en el Perú, entre ellos el bádminton, un deporte de raqueta jugado en cancha cubierta, donde se ponen en marcha la velocidad y la agilidad del competidor, así como la resistencia física y la estrategia. Apelando al sueño de integración etnocultural de Monseñor Orazio Ferrucio, y con el apoyo total de la directiva del colegio, empezaría así una serie de acciones para dar impulso a este deporte que hoy ya es una realidad en nuestra institución y que tuvo además una final memorable en las Olimpiadas 2024. 

Una de las primeras acciones que el profesor Magno llevó a cabo fue la donación de una red, dos pares de raquetas y una plumilla. A los días, la directora, Miss Jennifer Paján, ya había correspondido tan noble gesto con más herramientas deportivas para que más estudiantes se sumaran al deporte. La motivación por apoyar a los jóvenes apasionados al bádminton nacía además en el profesor Magno como un homenaje a su madre, quien allá por los años sesenta, lo sorprendió un verano construyendo los parantes necesarios para que jugara con el regalo que sus padrinos le habían enviado recientemente de Inglaterra: su primer equipamiento de bádminton.

Así, al ver que el patio de Juan XXIII se iba llenando de jóvenes con raquetas, decidió realizar el primer campeonato de bádminton durante los recreos. Del interés que suscitó entre los estudiantes dicho encuentro, las autoridades de nuestra casa de estudios decidieron incluir la enseñanza del deporte en el nivel primaria. Sin embargo, el hito vendría al año siguiente, en 2023, cuando el Consejo Directivo tomó la posta e introdujo al bádminton dentro del programa olímpico, oficializando su ingreso a nuestras Olimpiadas.

En aquel año inaugural, las competencias se jugaron en el salón de Tenis de Mesa, donde se acondicionaron dos canchas transitorias para los encuentros deportivos: cubiertas para que el viento no afectara el traslado de la plumilla. Pero, aunque el entusiasmo en cada encuentro fue desbordante de principio a fin, el espacio solo permitía el acceso de los jugadores y una pequeña barra de amigos, limitando el apoyo de un enorme número de apasionados que deseaban alentar en vivo y contagiarse de la alegría del bádminton.  

Es por ello que, para este año el profesor Magno Cisneros decidió emprender una nueva tarea: llevar la final de bádminton al coliseo. Y así lo logró. Todos pudimos ser testigos de la atmósfera de compañerismo, alegría y espíritu de juego limpio de los estudiantes aficionados a este juego, así como de la incansable barra que formaron los estudiantes inmigrantes con compañeros de todos los grados, quienes alentaron a todo pulmón poniendo la nota de entusiasmo y alegría. 

Fiesta de la fraternidad

Uno de los puntos cumbre de las Olimpiadas 2024 fue la final de bádminton varones, cuando Jimy Li de 5° de secundaria se coronó campeón. Pese a su timidez, Jimy corrió alrededor de todo el coliseo, motivado por el aliento de sus compañeros en la barra y la euforia del triunfo. Mientras lo hacía, gritaba emocionado y, en su máxima alegría, se quitó el polo, se echó de espaldas al piso y lloró de felicidad, evidenciando que el deporte es también canal para manifestar emociones.

Posteriormente, Jimy intercambió camiseta con su compañero finalista de 3° de secundaria, Lucas Li, brindando a la audiencia un ejemplo de respeto al compañero y solidaridad. Así, ambos alzaron los brazos para retratar un momento que unió a las promociones y evidenció la formación integral de nuestros estudiantes de Juan XXIII.

Admirables ganadores

Jimy Li practica bádminton desde 2022, y llegó a este deporte gracias a sus amigos, con quienes disfruta jugar en el colegio o en el Club Lawn Tennis. Nuestro estudiante confiesa tímidamente que el secreto de su triunfo radica en su empeño por seguir practicando pese a la adversidad. Por ejemplo, cuando pospusieron la final de bádminton, decidió aprovechar el tiempo y practicar para llegar preparado al partido. Al momento de ganar, estaba bastante emocionado y feliz, a lo que contribuyeron las felicitaciones de sus amigos y profesores.  

Por su parte, la campeona de bádminton en la categoría damas, Yulisa Kuang del 5° de secundaria, reconoce que la barra Special fue clave para mantenerse motivada hasta el final durante su encuentro con Katti Wu, de 4° de secundaria. Cada grito luego de sumar un punto, la ponía de buen ánimo y volvía al ruedo. «Fue importante su apoyo», comentó. Hace tres años, Yulisa conoció el bádminton gracias a unas amigas del colegio y en 2023 empezó a practicar también en el Club Lawn Tennis. Lo que más disfruta del bádminton es compartir con sus amigas cada encuentro, y tiene mucho interés en seguir mejorando en este deporte.

Ahora, se avizoran nuevos horizontes para el bádminton en Juan XXIII. El deporte que ha logrado tender nuevos lazos de hermandad entre los estudiantes peruanos y chinos llegó para quedarse y ser una prueba más de nuestra integración intercultural.

Esta y otras historias en la edición 34 de nuestra Revista J23