Ante otros 150 equipos, María Fernanda Castillo, Gustavo Henriquez, Joaquín Ruiz y Alejandro Bedoya, de 5° de secundaria, lograron destacarse como la delegación con mejor rendimiento en las sesiones simuladas de negociación y evaluación financiera.
El pasado viernes 20 de septiembre, en el directorio de las instalaciones de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), se disputó la etapa final del concurso interescolar “Inversionistas 2.0”, promovido por la carrera de Contabilidad de la Universidad del Pacífico y el Centro de Estudios Financieros de la BVL, en el que nuestros estudiantes de 5° de secundaria, Alejandro Bedoya Rochabrun, Gustavo Henríquez Morales, María Fernanda Castillo Aliaga y Joaquín Ruiz Pinto obtuvieron el primer lugar general.
Bajo su propia iniciativa y con la asesoría del profesor César Castañeda, nuestros estudiantes decidieron inscribirse al concurso tras ver un anuncio en las redes sociales. El prestigio de las dos instituciones organizadoras, además de su interés en carreras de finanzas, fue el gran aliciente de todo el equipo, destaca Mafer, para aventurarse a participar. Esto a pesar de lo desafiante y competitivo que sería el torneo, ya que un total de 150 delegaciones formaron parte de la primera etapa del certamen.
«Mis mejores amigos también están interesados en las carreras de finanzas, de economía, contabilidad. No dudé en pasarles la voz y así armamos el equipo de cuatro integrantes», explica Mafer. Luego de una sesión virtual de capacitación, los 150 equipos seleccionados tuvieron el reto de participar en simulaciones de una Rueda de Bolsa del Grupo BVL con información en tiempo real, con el fin de obtener el mayor rendimiento porcentual, con un capital inicial de 500 mil soles por equipo.
Gracias a su disciplina, comunicación y retroalimentación continua, Joaquín destaca que durante gran parte del concurso lideraron el ranking; no obstante, faltando apenas cuatro días para culminar esta primera etapa, tras vender una empresa cuyo valor se elevaría al día siguiente, descendieron al octavo puesto y sabiendo que solo los primeros cinco podrían avanzar a la segunda fase. Fue así que, en conjunto, tomaron una arriesgada decisión para remontar.
Invirtieron todo su capital, más un préstamo incluido, a una empresa. Sin embargo, debido a la volatilidad de esta compañía, aunque inicialmente cayeron hasta el puesto 135, al día siguiente subieron un 11% de su rentabilidad y regresaron al primer lugar. «Esta empresa fue excepcional, en ningún caso en años anteriores, había llegado a índices tan altos. Esta empresa, prácticamente, logró duplicar su valor. Como tal, los valores de rentabilidad alcanzaban los 2 o 3% y nosotros llegamos a 16%», comenta Joaquín.
Aprendizajes y etapa final
Fue así que clasificaron como primer puesto a la etapa final, donde tenían que, de manera presencial ante un jurado especial de la Universidad del Pacífico y la BVL, exponer el análisis financiero de una determinada empresa asignada aleatoriamente. Los cuatro en conjunto estudiaron los ratios principales: la liquidez, la rentabilidad, la gestión y la solvencia.
«Todos sabíamos todo. Habíamos analizado tan bien la empresa que realmente nos sentíamos capaces de responder cualquier pregunta», destaca Mafer. Una confianza y solvencia al exponer que, considera Gustavo, marcó la diferencia ante los demás finalistas: «Los otros colegios podían ser quizá mucho más numéricos, más técnicos, pero lo que realmente valoraron los jueces fue la capacidad de expresar y transmitir la emoción a la persona, y de conectar con lo que estamos diciendo».
De esta manera, además de los aprendizajes académicos, esta experiencia, resalta Joaquín, les ha permitido fortalecer habilidades blandas y la capacidad de análisis que desde el propio colegio han logrado cultivar a lo largo de su formación escolar. «Si alguno pensaba que alguna idea estaba mal, no tenía miedo en decir que está mal, sino al contrario, podría corregirla y aportar al equipo. Eso nos favoreció. Yo creo que la comunicación entre los cuatro nos ayudó un montón», agrega Alejandro.
Esa misma convicción y facilidad para expresarse, resalta el profesor César, asesor de nuestros estudiantes, como la gran cualidad del grupo. «La fortaleza de ellos es la capacidad de expresión oral y corporal que tienen, gracias también a la formación integral y no solo académica que les ofrece el colegio. Su desenvolvimiento fue muy bueno, además del análisis en la parte de la simulación», comenta.
Como ganadores del concurso, cada uno de nuestros estudiantes obtendrá como premio una beca completa en un ciclo de verano de la Escuela Preuniversitaria de la Universidad del Pacífico. Además, la BVL otorgará a nuestra institución la licencia del nuevo simulador de rueda de bolsa por un tiempo determinado, así como acceso a un curso online de elección de nuestros campeones. ¡Felicitaciones a todo el equipo ganador y al profesor César Castañeda por enaltecer el nombre de Juan XXIII!