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Juegos Florales en Juan XXIII: Un cuarto de siglo impulsando la capacidad creativa, artística y literaria de nuestro alumnado

Para celebrar las bodas de plata del evento literario más importante de nuestra institución, repasamos los momentos más destacados de la última edición, el proceso de creación de nuestros estudiantes para su puesta en escena y sus experiencias y aprendizajes más valiosos a lo largo de sus años de participación.

«Una actividad que une a la institución», así resume Carla Lizama, responsable de la jefatura del área de Comunicación, la celebración de los Juegos Florales. Un evento en el que nuestros estudiantes dan vida a producciones escritas mediante la narración, declamación, escenificación, baile y canto; y que este 2024 cumplió 25 años con esta última edición desarrollada durante el mes de junio. Una oportunidad para que nuestros alumnos enriquezcan tanto sus destrezas comunicativas como sus habilidades blandas y sociales.

Aunque la presentación final se celebra a lo largo de dos semanas, la preparación de nuestros estudiantes para los Juegos Florales inició en la segunda mitad del primer bimestre, mediante la adaptación de obras literarias del Plan Lector. «Trabajamos actividades de lectura y, a partir de ello, tienen que recrear esas historias que han leído desde su imaginación. A través de actividades que les proponemos por grado, damos un giro especial a cada una de esas historias, damos un plus creativo», explica la Miss Carla.

Liderazgo, compañerismo y trabajo en equipo

«Nuestro reto más difícil fue adaptar el guion. Tuvimos que adentrarnos en el personaje, ver el contexto histórico y perfil psicológico. Nos llenamos de diferentes recursos, investigamos, leímos más a fondo la obra y sacamos inspiración de otras que ya se habían hecho previamente», relata Daniela Castañeda Morey, integrante del grupo ganador de 5° de secundaria. Una ambiciosa asignación que permitió a nuestros estudiantes combinar sus diferentes cualidades artísticas y comunicativas: 

Junto a un total de trece compañeros, tuvieron que dramatizar Bodas de Sangre, de García Lorca, una misión especialmente complicada por la disparidad en los horarios de cada estudiante, pero en la cual afloró el liderazgo de Daniela para organizar el grupo al coordinar los distintos roles de la puesta en escena. «Nos teníamos que fijar no solo en el guion, también en los disfraces, la escenografía y la música; entonces delegar diferentes responsabilidades hizo que el trabajo sea más fluido», comenta. 

El trabajo en equipo es una de las partes más importantes en los Juegos Florales, lo que permite que los estudiantes desarrollen virtudes como el compañerismo. Así lo destaca Jie He Zang, alumna de 4° de secundaria: «Para la presentación, el salón nos apoyó con la escenografía. Mi amiga hizo la puerta sola y otra amiga del salón ayudó con el sonido, ella tenía que estar súper atenta en toda la presentación. No podemos olvidar los esfuerzos de los compañeros, agradece.

Su grupo tuvo que introducir un baile en la comedia Ña Catita, lo que les exigió profundizar sobre la música y danza del siglo XIX. Para ella, como miembro de la colonia china que todavía está aprendiendo el español, fue particularmente retador comprender el lenguaje antiguo de la obra, pero agradece este desafío, ya que le permitió acercarse a la cultura peruana, además de fortalecer su aprendizaje del idioma —en sus palabras— de forma divertida, así como demostrar valentía para expresarse frente a un público amplio.

Nuevas amistades y aprendizaje innovador

Esta misma unidad entre las secciones destaca Fernanda Azabache Reyes, alumna de 1° de secundaria, cuyo grupo resultó ganador de la categoría de narración escénica mediante el baile, luego de introducir el tondero en la obra, El Alfarero Rebelde. Ella destaca la fusión de talentos para triunfar y, a la vez, acercarse a sus compañeros. «Lo más divertido de los Juegos Florales es que, aparte de descubrir las cualidades de los demás, forjamos nuevos amigos con los que podemos compartir», asegura.

Un aprendizaje didáctico e innovador que impulsó al equipo de Sebastián Barreto Chavarry, estudiante de 5° de primaria, a tomar tiempo de sus recreos para ensayar y preparar la escenografía y materiales que necesitaban para presentar una narración escénica de la leyenda La Achique. «Me gustó mucho toda la experiencia, hicimos muchas actividades y fue una manera de enseñar a los niños cómo narrar, cómo mejorar en la narración, cómo presentar, cómo tener confianza en narrar», resalta.

Este fue el segundo año consecutivo en el que el grupo de Sebastián resultó ganador, pero lo que él más atesora es el proceso creativo y los momentos que ha podido compartir con sus compañeros de todo el salón durante las actividades lectura, análisis, inclusión de vocales y onomatopeyas. Una larga, pero satisfactoria jornada de preparación que también remarca Jhurgan Ascarza Marin, del 6° de primaria, en la que se les pidió una dramatización propia de La achirana del inca, de Ricardo Palma.

«La preparación fue algo larga, iniciamos con un picnic de lectura en nuestro grupo; luego, analizamos más a detalle, desciframos los refranes y el sentido figurado de aquella época en la que escribía Ricardo Palma. Nos habían dado un guion base que lo terminamos adaptando y agregando un desenlace para poder hacer esta representación teatral que practicamos durante por varios días; a pesar de que tuvimos complicaciones y confusiones, seguimos adelante», comenta.

Una constancia y trabajo colaborativo que también resalta y agradece su compañero de equipo, Erick Yang Chen, estudiante de la colonia china, quien vivió su primera participación en los Juegos Florales: «Me sentí bien, porque mi grupo me ayudó a aprender las palabras. En el auditorio me sentí nervioso porque nunca había entrado y es grande, pero ganamos y mi salón estaba muy feliz alentándonos muy fuerte», expresa con timidez, pero suma valentía en su proceso de aprendizaje del español.

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Oportunidad única

A pesar de sus diferentes edades y circunstancias, nuestros estudiantes coinciden en que los Juegos Florales son retos arduos, pero altamente gratificantes. «Es una experiencia única que nos brinda el colegio, la de trabajar duro para poder plasmar todo lo que la historia quiera representar y ver en el escenario cómo nuestro trabajo cobra vida. Es una experiencia muy gratificante que nos llevamos», reflexiona Daniela en lo que significó su última participación en este evento literario cada año más innovador.

Miss Carla recuerda que cuando llegó al colegio en 2007, los Juegos Florales eran una actividad optativa que se centraba en la producción de narraciones escritas, pero gracias al esfuerzo de cada docente del área de Comunicación, durante los últimos años se convirtió en un evento en el que tanto tutores, profesores de otras áreas como música o danza, e incluso personal de mantenimiento, se involucran en conjunto para que nuestros alumnos puedan expresar al máximo su capacidad creativa y comunicativa.

Extendemos nuestro agradecimiento a cada miembro de nuestra comunidad —docentes, personal administrativo, colaboradores, padres de familia y por supuesto a nuestros dedicados estudiantes— por su disciplina, responsabilidad y compromiso para el éxito de las bodas de plata de nuestros queridos Juegos Florales.

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Para ver la lista de ganadores, pueden ingresar al comunicado #16 del colegio ingresando aquí.