Recordamos con el Dr. Phang Chiong cómo fue que nació en él esta necesidad de buscar el bienestar del prójimo.
Hace algunos días nos reunimos con Rafael Phang Chiong en el patio de Secundaria de Juan XXIII, su espacio preferido durante su época como estudiante. Lo veía como una pequeña isla, que les daba cierta privacidad y tranquilidad.
Por aquellos años, Miss Marina Urquizo dictaba clases de Ciencias Naturales, y en uno de sus salones con la promoción 24, Rafael atendía y descubría su vocación por la salud. «En esas épocas uno se inclinaba por las áreas conocidas, como la cardiología, pero con el tiempo fui viendo que quería mejorar el estado de vida de las personas, entonces me incliné por la obstetricia», recuerda nuestro exalumno.
Hijo de padre administrador y madre comunicadora, hoy Rafael tiene tres carreras concluídas: paramédico, obstetricia y medicina. Además de dos postgrados, uno en salud pública y otro en salud ocupacional. Hace poco más de diez años que trabaja en Cardioclinic, centro de salud ocupacional en el que se encarga de la asesoría técnica en gerencia en los chequeos de salud ocupacional y vigilancia ocupacional.
Durante la cuarentena, su centro de labor no dejó de brindar vigilancia ocupacional a todas las personas que brindaron servicios básicos. Además, es Coordinador Académico de cursos, donde tiene a su cargo a una veintena de profesores y alumnos, a quienes capacita y actualiza en primeros auxilios, brigadas, electrocardiogramas, reanimación cardiopulmonar, etc.
También buscó la actualización permanente en el círculo médico, con respecto a las nuevas oportunidades, normas y recomendaciones de la OMS y CNC, con el fin de difundirlas y concientizar a la población. Hoy el Dr. Phang Chiong agradece que haya una mejor concientización sobre la higiene, y eso se ve reflejado en el comportamiento de sus hijos y el resto de estudiantes en el colegio. «Esto es lo mejor que hemos aprendido, y esperamos que no lo olviden», finaliza.
